viernes, 19 de marzo de 2010

Reseña de Tonalli en el Nacional de Monterrey

A Monterrey!
Debido a la Ausencia de Pumas me decidí ir con el equipo de los Lobos de Huixquilucan.
Saliendo el autobús de Huixquilucan mi único objetivo durante el viaje en autobús fue descansar, hubo un retraso debido a un accidente en la carretera que nos dejo 2 horas en un parador, como de 0:20 a 2:30 hrs. del Sábado 13. Comí una Baguette en el Paradero y regrese al autobús a dormir. A las 9:00 Am Nos volvimos a parar para el desayuno, donde desayune con Cesar Peña y el Dany Boy.
Llegamos a Monterrey aproximadamente a las 13hrs. Directamente nos fuimos a reconocer la pista. En seguida llegamos saque mi bicicleta, me fui a inscribir y a reconocer la pista. Recorrí toda la pista en la que el velocímetro me marco 8.35 Km. y un tiempo de 33:04 min. La pista no me pareció difícil, me pareció muy rápida, tenía subidas no muy pronunciadas pero constantes, algunas bajadas técnicas y mucho singletrack muy rápido siempre acompañado de la espectacular vista de las formaciones rocosas de La Huasteca (Porque no me lleve la cámara fotográfica!! )
Al terminar todos de inscribirnos y reconocer pista nos fuimos al hotel a dejar maletas y luego a comer a un Bufete que había aladito, donde junto con algunos del estado de México nos dimos un banquetazo de carbohidratos aproximadamente por 3 horas sin parar.

Dormí un promedio de 9 hrs y desayune huevos con frijoles y jugo de naranja.
Legamos a las 8:15 a la pista, mi arranque era a las 10:30.
Mientras hacia tiempo me quede viendo la competencia de los Elite y Sub 23, las vueltas que ellos daban estaban en un promedio de 21 min. Ya que a ellos les tocaba una parte de la pista que mi categoría no corría.
Cuando faltaban 30 min para el arranque me empecé a alistar.
Ya con mi uniforme Puma y todo en orden, me fui a calentar a una carretera plana que había alado de la pista y me encontré con un amigo: Gerardo Medina de Chihuahua. (Subcampeón Juvenil B, Olimpiada Nacional 2009) y me le junte para calentar con el, vi que estaba calentando con pura cadencia, entonces decidí hacer lo mismo. Calentamos como 20 minutos de pura cadencia suave y me fui a formar para el arranque. Me encontraba profundamente concentrado en ese momento, simplemente recordando la pista y las partes donde debía atacar. Me puse abusado y conseguí un lugar en la primera fila del arranque, éramos como 30 de mi categoría.
Formado en la fila de arranque, mirando al cielo azul y a las impresionantes formaciones rocosas. “30 seg.!”, mis últimos instantes de tranquilidad mientras observando un zopilote remontar un suave vuelo a unos 100 metros encima de mi. 15 seg. Para el arranque!, volteo al camino que tengo delante y comienzo a sentir el fuego en mis piernas.
Al silbatazo arranqué con todo, tenia a 3 chavos delante de mí, 2 del equipo borregos y otro, íbamos fuerte pero de repente vi que todos me empezaron a rebasar hasta que me dejaron en el ultimo lugar, no me sorprendió ya que la velocidad de reacción es una debilidad mía, en los arranques me quemo muy rápido hasta que empiezo a agarrar ritmo por eso es que en la segunda o tercera vuelta generalmente la siento mejor y la hago mas rápida, porque ya estoy en mi ritmo y esta no fue la excepción. Iba en el camino ancho hasta detrás de todo el pelotón, cuando poco a poco agarre ritmo y empecé a rebasar a los últimos, a uno y a otro y a otro, cuando veo que algo viene rápido detrás de mi: era Gerardo Medina de los juvenil B que arrancaron 1 minuto después de nosotros, el en ese momento me dijo: “¡Soy yo bato! ¡Hazme cancha y sígueme!”. Tome la mejor decisión que pude haber tomado: seguirlo, porque así pase de estar en el tercer grupo del pelotón a estar en el primer grupo. Él iba muy duro entonces lo deje ir cuando ya estaba ubicado en una buena posición del grupo de los punteros. Ya bien en mi ritmo y concentrado en la cadencia constante, fue donde inicio primer singletrack con las partes técnicas donde varios se estaban quedando atorados por lo que decidí bajarme de la bicicleta y correr, cosa que me hizo ganar varios lugares y ubicarme los punteros del primer grupo. El singletrack seguía de subida y yo iba rápido, las subidas las completaba sin ninguna complicación, me sentía fuerte, en forma y a un ritmo perfecto, las piernas las sentía como si tuvieran fuego, no las sentía nada cansadas, las sentía potentes. No tenía a nadie delante de mí, mas que los punteros que en ese momento no los veía.
Llego la bajada y la tome muy rápida, iba a limite no quería por nada del mundo perder a los punteros. vino la bajada mas técnica, la cual tome precavida pero rápidamente, seguía una subida de camino ancho en piedras seguida por una misma bajada de camino ancho, luego un pequeño tramo como de 100 mts de singletrack recto y enseguida una curva para volver a camino ancho que dirigía a una sección de camino ancho que era larga. Iba aproximadamente a 35 km/h, la curva la tome como Downhillero, derrapando la llanta trasera, ya librada la curva puse el plato grande con la estrella mas chiquita y empecé a sprintear parado en los pedales, persiguiendo a los punteros seguido por un pequeño grupo, siempre concentrado en el motivante: “!Soy Puma y puedo hacerlo, esto no es nada!.
Llego el momento en el que tenía a los punteros a 4 metros de mí, eran un compacto grupo de 4 corredores, así que tomando el quinto lugar me incorpore a su compacto pelotón, en un rápido vistazo al velocímetro mire que la velocidad era de 46.1 km/h. No me sentía cansado, me sentía emocionado, concentrado y muy fuerte, listo para atacar cuando entráramos denuevo en singletrack, estaba completo y potente.
Ya incorporado con ellos y por terminar ese largo tramo de bajada en camino ancho, sentí un rebote en mi llanta trasera y alcance a oir uno de los peores sonidos que un ciclista puede oir: un chasquido y el silbido de la muerte… cuando voltee a ver la llanta trasera estaba completamente desinflada. Rápidamente me detuve saque mi carga de CO2 abrí la válvula de la llanta y la infle. Al sacar la carga de la válvula seguí oyendo el silbido y comencé a correr y monte la bicicleta para que el Gel sellara, no selló y me tuve que volver a detener a volver a inflarla, pero se seguía saliendo el aire. Gire la llanta mientras corriendo para que el gel sellara y le puse a la cámara el CO2 restante de la carga, enseguida se desinflo. Ya sin CO2 para inflar la llanta y a la mitad de la pista y sin nadie mi única opción fue correr a todo lo que mis piernas daban con la bicicleta a un lado de mí, viendo que la llanta, la cinta y la cámara se habían salido y enredado en las estrellas traseras dejando el rin desnudo, puse la bicicleta a mi hombro y seguí corriendo pensando: “en la meta a ver si alguien me presta un rin o cambio la cámara rapidísimo”
Mi llegada a la meta se retrazaba y accidentaba ya que en las partes de singletrack constantemente me tenia que hacer a un lado para dejar a los demás corredores pasar y para evitar que chocaran conmigo, aparte de tener que estar corriendo con las zapatillas y la bicicleta subida en mi espalda a 35º, así fue en los 3 km restantes teniéndome que apartar porque me aventaban la bicicleta para pasar, al llegar a la pista vi que el corredor de Borregos estaba seguido por los demás punteros, los mismos que minutos antes había tenido a centímetros de mí, seguidos de ellos iban pasando la mayoría del Grupo Juvenil C, ya me habían lapeado. En desesperación busque que alguien me prestara un rin, pero nadie tenia con frenos de disco, o estaban corriendo o solamente tenían V-Brakes los que decidí rechazar por no arriesgarme a correr una vuelta sin freno trasero. Con toda la frustración y la desesperación en mí viendo pasar al último de la Juvenil C por la meta, fue que ya decidí abandonar, ya todos los de mi categoría me habían lapeado, todos.
Me senté en la carpa de los Lobos agobiado y preguntándome a mi mismo: ¡¿Por qué Tonalli?! ¿Por qué justo cuando vas muy bien, tiene que pasar esto? ¿Por qué no puedes calificar a la Olimpiada? ¡¿Por qué?!.

El rin junto con la cámara y la cinta habían quedado hechos una plasta negra embarrada de gel por todas partes y enredada en las estrellas, lo saque de la bici, lo desenrede y busque el orificio, solamente encontré uno era un orificio de aproximadamente 7mm, no encontré ninguna espina ni en la cámara, ni en la cinta, ni en la llanta. Nada, no encontré nada. No pude hallar una explicación a eso, ya que llevaba las llantas a la presión recomendada y había revisado cuidadosamente que todo estuviera perfectamente bien colocado antes de la competencia. Otro dato fue que no ponche en singletrack, ponché en camino ancho y rodando sobre piedras no filosas. No se porque pasó eso.

Seguido eso, volví a poner la llanta desinflada sobre el rin y deje la bicicleta colgada. Vi que algunos lobos poncharon, pero en sus pinchaduras había espinas, en la mía no.
Bueno así es esto no siempre puede depender de uno la victoria ó la falla mecánica, ahora a prepararme para los demás Nacionales y para las demás competencias, porque soy Puma y porque puedo, esto no me va a dejar atrás, esto me dio experiencia y coraje, además como algunos dicen: “No hay mal que por bien no venga”. Entonces a sacar la Garra!
Tonalli.

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