martes, 7 de febrero de 2012

RESEÑA DE LA CARRERA LA RATONERA EN CUAUTLA MORELOS
Como todos sabemos, planear una carrera empieza en la mente, no solo la carrera en sí sino previa y posteriormente para que no solo las cosas salgan mejor en cuestión de competencia sino en cuestión de convivencia y ayuda.
Los Gama y yo planeamos movernos juntos,  aunque la realidad es que ellos amablemente me llevaron como lo han hecho en otras ocasiones con tanta camaradería que  a veces con pena por su bondad desinteresada; y, todas las demás  ocasiones con un gran cariño  que ya me siento como parte de su  familia, pero como no hacerlo cuando gente tan linda no hace distinciones al momento de apoyar (incluidos por delante los PAPAS Gama).
Pues es el sábado salí temprano de casa con mi coequipera, manager, fotógrafa,  ayudante y novia Yola para pasar a trabajar un rato al laboratorio, pese que la competencia empieza tarde, las actividades no perdonan y hay que pararse temprano. Una vez con los Gama, a alistar las cosas y partir de una ciudad invadida por los frentes fríos y las lluvias a una donde el calor se había asentado desde la época de los nidos de águilas.
Ya en el lugar,  a dar unas vueltas de reconocimiento, pues aunque los que tenían experiencia en esta pista la mencionaban como rápida, vale siempre que se pueda llenarse de tierra con tus propias manos; o mejor dicho, pedaleadas.
La carpa de los pumas lista con todo el equipo de apoyo, entrenador, los corredores con toda la garra, saludos fraternales como si no nos hubiéramos visto en años y el inicio de las acciones.
En la versión ciclista de chavitos, Gaia no les tuvo concesión y los raspones estuvieron a la orden del día, bellos recuerdos agridulces que vienen con /o  sin medalla. Tiempo después, los de más primaveras les llegaba su hora, preparados o no era momento de darle. En mi caso aún acostumbrándome a este nuevo tercer piso y a competir en esta categoría empezaban las pedaleadas, en un instante otro competidor y yo nos quedamos hasta atrás, al ver esto, al escuchar un último competidor detrás mío, y sentir mi pulsación a tope no me quise soltar del grupo, fue inevitable, las piernas me recordaron que no tenían memoria y que debía ser paciente, poco tiempo después el último chico me rebasaba y mis pulsaciones en 193 en la primer vuelta me decían que era momento de cambiar la estrategia, si seguía así, no dudaría mucho. Durante esos momentos de desesperación la mente te juega duro y decidir como afrontar la situación no siempre llega de primera instancia. Esa primer vuelta se me hizo eterna y peor aún ver a los de otras categorías rebasarte hasta que la última apuesta parece ser la más coherente, ¡Daniel tu sabes que a tu paso, antes o después lo harás, tal vez no salga lo que quieres pero lo importante es que no saldrá aquello que no deseas!
Creo la segunda y tercera vuelta fueron las de aclimatación, en momentos estresantes es curioso como se te graban los detalles de cosas tan caleidoscópicamente repetidas en la naturaleza como una piedra, un huizache, un nopal, lo que me recuerda que en esa primer vuelta nos perdimos por una mala señalización que aunque recuperamos el camino sin sabernos nisiquiera perdidos, lo perdido fue un buen tiempo, ni modo.
Para la mitad de la tercera vuelta sintiéndome bien en mi ritmo logré pasar a varios desesperados de la primera vuelta que ya andaban tronados, el calor cobró cuenta a algunos otros, las espinas a algunas bicis y las subidas a todos, todo lo anterior me dio un golpe de frescura psicológica y hasta en plan de reto interior me decía “que vega una quinta vuelta” siendo que solo tenía que dar 4 para mi categoría. En esa última vuelta el cansancio se hizo notar, solo subiendo a la mínima velocidad, tratando de no perder lo ganado (que no sabía ni que era) y disfrutando la pista, es  curioso la transición que mentalmente sufrí en la carrera de un dolor psico-corporal a un acoplamiento y finalmente un disfrute de la carretera ya sin presiones más que las impuestas por mi cuerpo y su merecido descanso.
Muy buena pista, ágil, mucho pero muchos pequeños columpios que la hacen divertida, totalmente rodable, un par de buenas bajadas y varios regresos a la meta para deleite de los aficionados y acompañantes. Lo triste fue ver tanta basura, conciencia compañeros, solo tenemos un planeta. Pensaba que a lo mejor una forma de contribuir es que aunque se supone los organizadores recogen la basura que hacemos de las bolsitas de agua que nos dan, algunas
quedarán ahí podemos tomarlas y guardarlas en las bolsitas del jersey, unos gramos más no nos harán más lentos.
Al final excelente convivencia en la carpa puma, todos felices de ayudar u ofrecerte u vaso de agua o un plato de comida a cambio de una experiencia vivida en la competencia.  Toño, Juan Pablo y varios integrantes más sufrieron el dolor de las pinchaduras, los huizaches hicieron de las suyas.
Momento de podios y no sé que pasó pero todos estábamos en el despiste, primero Pipín sin saber de su podio con todo y espina, Papá Gama, y Juan Pablo Gama de igual manera, yo iba a rodar y entrenar y por ahí también salí colado en el podio de mi categoría, Daniel Partida un buen integrante puma que no quedó en segundo lugar, solo se llevo el segundo lugar que es diferente. En varias discusiones que he tenido con no ciclistas he hablado de cómo el deporte en general y el ciclismo en particular te ayudan a cimentar la personalidad y buenos valores en un individuo para que esto retribuya en él y posteriormente en la sociedad; sin embargo hay casos donde la gente que practica este bello deporte tiene perdida esa brújula, o su bici no venía  ni con pedales ni con “el kit de valores incluidos en la bici” como la honestidad, estos casos opacan el deporte. Como conclusión a ello; en todos lados habrá gente maliciosa, en algunos más  y en algunos menos, el ciclismo se cuenta entre estos últimos.
¡A darle PUMAS!
Gracias por la convivencia a todos y a los organizadores por igual, Pronta recuperación Juan Carlos.

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