Como cada año, agradezco a Juan Carlos por el hospedaje de toda mi
familia, con mucho gusto acepto la invitación y trato de cumplir con mi
profesión lo mejor que puedo (Entrenador). No hay mejor pago que verlos
triunfar a todos como atletas, como personas, como amigos y como “PUMAS”.
Gracias!
POPOBIKITA
Hermosa tarde, el Popocatepetl
cubierto de nubes multicolores, pasaban sobre el “OVNI” llenas de energía, de
agua, de viento…inicia la competencia infantil, en un marco esplendoroso. Los
pequeños pumas se asoman sus primeros pasos…Oscarin y Víctor, junto sus padres
orgullosos completaban un circuito de montaña; montados en triciclos…augurio de
veloces felinos, prometen ser implacables.
Diego y Dany se presentan, sin
saber a la pista, sumamente difícil y muy demandante. Arranca en un descenso
los pumas se aferran a los primeros 5 puestos, se enfrentan a los mejores
infantiles nacionales, continua el asenso (yo continuo de cerca escoltando
sobre mi bici) observo que nuestros muchachos son mejores en subida, así es que
comienzo a planear el ataque.
Después de la siguiente bajada sobre pasto,
aconsejo a los niños empezar a presionar para la próxima subida, acomodando los
cambios de cada uno con respecto a su fortaleza y agilidad.
Dany es más fuerte,
mucho carácter y determinante. Diego es menos fuerte, pero mas ágil, su
carácter aguerrido; anima a Dany a seguir juntos a la caza del “primero” que
junto con 3 más habían escapado. Uno a uno fueron alcanzando, nuestros pequeños
pumas remontaban lugares (la pista era de 3.5 km), nos encontrábamos a
escasos 1.5 km
de la meta, estaban tras el tercer puesto a 10 metros. Dany fue el
primero en atacar pero el pasto era un inconveniente y tubo que desmontar,
Diego con más tranquilidad siguió el paso sin bajarse de la bici en una subida
muy técnica rebasa al 3er sitio. Volteo y me detengo a animar a Dany, se ve
seguro de retomar fuerzas, lo impulso y con lo poco que faltaba hacia la meta
me adelanto con Diego; le pregunto como está? El me dice que con el 3ero basta.
Entonces le animo a que no se conforme e intente algo más, le pido paciencia y
le aconsejo nuevamente atacar en la última subida. Callado me mira y toma un
paso seguro y conservador; al iniciar la subida cambia correctamente las
velocidades y ataca sin piedad…el rebase es abrumador y se dirige sólo hacia la
meta. Lo miro alejarse y doy la media vuelta, regreso con Dany a la distancia
se ve fuerte, lo espero y veo su rostro tranquilo y seguro de haber hecho una
excelente carrera.
Al final me reencuentro con las familias, los gritos y las
porras. Me senté junto a mis hijos en el pasto, medité un poco en lo ocurrido y
otras posibles alternativas tácticas, fallas, aciertos; al fin son niños. Me
levante y fui por un helado gratis, como si yo fuera un niño…
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